Por fin Septiembre, vuelta a la ofi, y estás rebosando de alegría (nótese la ironía). Por lo que, quizás lo que menos necesitas al llegar al trabajo tras comerte el atasco monumental de recibimiento es ver: “Actualización en progreso, no apagues el equipo”.
Tu vena interior quiere sacarse un Djokovic (prometemos no abusar del chiste) y estampar el teclado contra la mesa hasta reventarlo.
Bromas aparte, es importante mantener un sistema operativo actualizado ya que con cada actualización se introduce una serie de mejoras muy importantes que no tienen que implicar siempre un rediseño de la interfaz y de las cosas que se ven.
Las actualizaciones más importantes: las que no se notan tanto
Cuando pensamos en una actualización esperamos nuevas funcionalidades, rediseño de la interfaz, unicornios y gominolas, pero realmente las más importantes son aquellas que no se notan tanto en lo estético:
Las actualizaciones más importantes se centran en corregir fallos y implementar nuevas funciones de seguridad.
Corregir fallos: como ese bug en el que no se te abre cierta aplicación específica, se congela, o incluso temas más drásticos como corregir una pésima optimización de la batería o de los recursos que hacen que tu dispositivo se caliente más que un videoclip de reggaeton.
Nuevas funciones de seguridad: quizás a ti, que tienes la misma contraseña para todos los sitios, no te importa demasiado este punto pero deberías; Los amigos de lo ajeno, los hackers y otros elementos se mantienen más actualizados que tú y de hecho, les encantan las personas que pasan de actualizar porque son carne de cañón para acceder a datos sensibles como: info de tarjetas de crédito, contactos, tus fotos picantonas...
Mantener un SO actualizado ayuda a mantener a raya a este tipo de delincuentes, así que aprovecha un rato muerto y actualiza también el teléfono de tu padre, majete.