Las collejas también son una buena forma de aprender y te ayudan a no perder el rumbo, así que cuando son merecidas, son más que bienvenidas.
En cuanto a lo de la moral, no puedo hablar por los suopers. Pero por mi lado, más que moral, hablaría de ilusión. De la ilusión de sacar adelante un proyecto en un mercado tan duro y no siempre justo como es el de la telefonía móvil. Hablaría de la ilusión de ver cómo, frente a la concentración de marcas en manos de unas pocas empresas (limitando así la competencia real en el sector), seguimos adelante como operador de telefonía móvil independiente. Ilusión porque, después de haber trabajado en varios operadores de telefonía móvil, estoy en un sitio en el que se trata de crecer junto al usuario, no a su costa.