Los estadios de fútbol ya no solo se llenan por importantes partidos de este deporte o conciertos de artistas de talla mundial. Estamos viendo como en los últimos años estos recintos, calificados por muchos como las catedrales del siglo XXI, se llenan de personas que asisten a un evento donde los protagonistas son presentados como gladiadores y compiten entre sí con un teclado de un ordenador o un mando de una videoconsola.

Estas competiciones se realizan entre equipos, organizaciones similares a las que se emplean en otros deportes convencionales. Es decir, no se limita a un grupo de amigos que deciden competir contra otro, sino que son clubs profesionales o semiprofesionales con personal especializado dedicado a diferentes tareas.

En España han surgido diferentes equipos en los últimos años. Uno de ellos es R3X Gaming, club de eSport que lleva ya más de un año en activo. A groso modo, la estructura de este club se compone de: una directiva encargada de la gestión del club, un director deportivo, responsables de cada una de las secciones, entrenadores y analistas de cada juego y, finalmente, jugadores. Además cuenta con personal dedicado a la gestión de las redes sociales y de la web. Por eso, como se puede ver en el ejemplo, la profesionalización de este sector y la creación de organizaciones dedicadas a los eSports están de rigurosa moda y, como pasa en otros deportes tradicionales, los jugadores no son más que el último eslabón de la cadena de actores involucrados en estas competiciones.

Evidentemente, gracias a internet muchísimas competiciones de eSports, de hecho la gran mayoría, se realizan en línea. Esto hace que cobre una gran importancia la latencia de la red. Por ejemplo, la empresa RIOT, propietaria del famoso juego League of Legends, anunció hace un tiempo que iba a disponer de una red dedicada para sus servidores con el objetivo de reducir e igualar dicha latencia. Por lo tanto, el auge de los eSports tiene también una influencia directa en las telecomunicaciones, que tendrán que adaptarse a este fenómeno.

Finalmente, hay que remarcar que a pesar de que aún hoy en día mucha gente permanece al margen del mundo de los eSports, es innegable que cada vez más personas y empresas tienen relación de manera directa o indirecta con él. Estamos viendo como cada vez hay más competiciones y organizaciones dedicadas a ello. Ejemplo de ellos son Movistar, Orange y Vodafone, las tres grandes compañías de telecomunicaciones de este país, que han apostado en mayor o menor medida por patrocinar eventos de eSports.