Cada día realizamos determinadas acciones como navegar por Internet, hacer fotos o grabar vídeos e incluso visualizarlos en la galería, al descargar y utilizar determinadas aplicaciones, escuchar música, etc. que contribuyen a la disminución de la batería y con ello, nos complica la tarea de mantener el terminal encendido al final del día o incluso, dependiendo de la capacidad del mismo, durante varias horas seguidas sin tener que recurrir al cargador y buscar el enchufe más cercano. Algo que si estamos en casa no es nada difícil, pero estando fuera, por la calle, en una excursión o de viaje puede ocasionar que cuando se agote nos quedemos incomunicados.
Por ello, hoy queremos dedicar este post a las baterías externas o power bank, de las que muchos de vosotros ya habréis oído hablar o incluso, ya estabais pensando en comprar. Para los que no saben nada sobre ellas, una power bank o batería externa en castellano, es un cargador portátil que sirve para recargar la batería interna de diferentes dispositivos electrónicos (Smartphone, iPhones, tablets, iPad, iPod, videoconsolas, eBooks...) conectándolos a través de un puerto USB en cualquier lugar en el que nos encontremos, de forma cómoda, rápida y sencilla.
Dependiendo del dispositivo que tengamos no servirá cualquier tipo de power bank, por ello antes de lanzaros a comprar una, os recomendamos leer con atención los 6 consejos que proporcionamos a continuación para tener claros una serie de criterios a seguir.
6 tips para elegir un cargador portátil o power bank
1. Capacidad y ciclo de vida:
El primer paso para elegir una batería externa es su capacidad, medida en mAh (miliamperios-hora),así como conocer previamente la capacidad de batería interna que posee nuestro terminal. De este modo podremos elegir una batería externa con capacidad suficiente para recargarlos completamente una o más veces durante el día. Es recomendable que la batería externa tenga una capacidad mayor a la de los dispositivos que queremos alimentar para que nos ofrezca al menos una primera carga completa. Por ejemplo, si compramos un cargador portátil de 6000 mAh para un móvil con 2500 mAh de batería conseguiremos cargarlo completamente más de una vez.
Normalmente, una mayor capacidad implica mayor peso, tamaño, tiempo de carga y precio.
Como en el caso de cualquier batería, cuando se agote nuestra power bank tendremos que conectarla a una fuente de energía para recargarla y dependiendo del uso, si no tenemos en cuenta lo anteriormente indicado, puede terminar resultándonos poco práctica.
Por otro lado, nos tenemos que fijar en el ciclo de vida del producto, es decir, el tiempo de uso medido en el número total de cargas que ofrece. Este dato suele venir indicado por el fabricante en la caja y nos dará una idea aproximada de la duración que tendrá según utilización. Generalmente en las power bank de precios más baratos viene especificado un menor ciclo de vida respecto a otras de mayor precio.
2. Peso y dimensiones:
Dependiendo del fabricante podemos encontrar diferentes modelos. Aquí os damos el segundo tip, buscar y elegir una batería que resulte cómoda y fácil de transportar, especialmente porque la vamos a utilizar mayoritariamente fuera de casa. Así que por practicidad, hay que descartar dispositivos de tamaños enormes y pesados. No por ser más grande cargará más o mejor. Lo ideal es que posean un tamaño adecuado y compacto para poder transportarlas en espacios no muy grandes, como bolsos o en los bolsillos de una mochila o pantalón.
3. Recarga simultánea y velocidad de carga:
Otro punto importante, es buscar que posea la opción de carga y recarga rápida.
Si además nos gustaría cargar en un mismo momento más de un dispositivo, como por ejemplo móvil y tablet, tendremos que buscar un modelo que también ofrezca la opción de recarga simultánea y observaremos que incluye al menos dos tomas USB (opción conocida como dual USB). En este caso, os recordamos que la batería debería tener una capacidad acorde con la de los dispositivos que quieres cargar para que pueda provisionar la corriente necesaria para cada uno.
4. Compatibilidad:
Hemos de observar que la tecnología sea compatible con los dispositivos que queramos abastecer a través de la misma. En general las baterías portátiles son compatibles con cualquier dispositivo que se cargue a través de un puerto USB, aunque por ejemplo, hay cámaras de fotos digitales cuyo cable USB tiene un formato distinto y no podrán ser recargadas con nuestra power bank.
No olvidemos también comprobar la compatibilidad de la batería con nuestro móvil o tablet, fijándonos en dos aspectos clave: voltaje y amperaje.
5. Cable USB y otras funcionalidades:
Aquí queremos destacar la importancia de que tengan o no incluido el cable USB y la calidad del mismo. Es mejor comprar una batería externa que posea un cable USB que aparentemente no se vaya a romper en poco tiempo, tratando de evitar aquellos que estén compuestos de un material que se desgaste rápido. Parece una tontería pero sin este elemento, no podremos utilizar nuestro power bank.
Por otro lado dependiendo de nuestras necesidades, no buscarán una misma batería portátil aquellos que vayan de acampada que los que van a la playa y se van a alojar en un hotel o apartamento, en cuyo caso habrá que buscar funciones añadidas, como por ejemplo que la batería tenga luces LED las cuales pueden resultar muy útiles para indicarnos el estado de carga de la batería o un extra en situaciones con poca iluminación a modo de linterna. Por supuesto también existen powerbanks resistentes al agua o a caídas, así como otras pueden incluir una pequeña placa solar para cargar energía, características que obviamente se verán reflejadas en el precio.
6. Evitar falsificaciones y buscar baterías de marca o fabricantes conocidos:
Aunque el precio es un factor condicionante en toda decisión de de compra, no debe ser el único a tener en cuenta. Nuestro último consejo es que se adquiera la batería externa en alguna tienda (online o física) especializada y conocida, de un fabricante con reconocida experiencia en el sector. Por precaución es mejor evitar sitios poco fiables y adquirir falsificaciones que aunque salgan algo más baratas a la larga nos pueden salir bastante caras, ya que podemos enfrentarnos a medio plazo no sólo a una capacidad o velocidad de carga inferior a la prometida, sino a que esté defectuosa y pueda sufrir fuertes calentamientos por sobrecargas o incluso explosiones.
Como veis, encontrar una batería externa es fácil. Dar con una que sea ligera, rápida, segura y compatible con nuestro dispositivo no tanto. Por ello esperamos que con la información aportada compréis la más ajustada a vuestras necesidades y que no volváis a quedaros sin batería en ningún momento.
