Como ya hemos hecho con otras webs amigas, hoy cedemos el espacio a Smartien, una web dedicada a la venta de terminales y accesorios, para que nos hablen sobre los Power Bank o baterías externas. Os dejamos con ellos.
Si hay algo de lo que adolecen los smartphones actualmente no es de potencia, variedad de aplicaciones o buenas cámaras, sino de la duración de la batería. Y es que todas las prestaciones que nos ofrecen nuestros smartphones unido a unas pantallas más grandes y con más resolución hacen complicado en muchos casos aguantar durante más de una jornada sin recurrir al cargador.
A pesar de que hay algunos modelos que empiezan a disponer de baterías de mayor capacidad y mejor optimizadas, todavía son muchos los que haciendo uso intensivo del smartphone echan de menos unos cuantos miliamperios adicionales en determinados momentos del día, y la solución a este problema pueden ser los Power Bank.
Y ¿que son los Power Bank? Pues sencillamente son baterías que nos proporcionan energía adicional cuando no tenemos posibilidad de enchufar nuestro smartphone al cargador. Los hay de muchas formas, tamaños y capacidades pero la gran mayoría se pueden llevar en el bolsillo o bolso cómodamente proporcionando casi siempre una carga adicional como mínimo. La capacidad media de las baterías de smartphones de gama media o alta oscilan entre los 2000 y los 3000 miliamperios, y los Power Bank con menor capacidad pueden proporcionarnos al menos 1600 o 2000, por lo que siempre nos valdrá para salir del paso.
¿Cómo funcionan? Muy sencillo. Los Power Bank disponen de dos puertos: un puerto micro-usb para cargar el propio Power Bank y un puerto usb para cargar el smartphone (como en la imagen que acompaña a este artículo). Para cargarlo necesitaremos un cable usb-microusb como el que trae cualquier smartphone y lo enchufaríamos al puerto micro-usb del Power Bank y al usb del ordenador o al adaptador de red que usamos para cargar el smartphone. Una vez los LEDs nos indiquen que se ha completado la carga ya podemos llevarlo con nosotros y si nos hace falta, conectar el cable al puerto usb del Power Bank y al micro-usb del smartphone para comenzar la carga. De la misma forma que podemos saber el nivel de batería al cargar el Power Bank podemos saber cuando se queda sin energía en función de lo que indiquen los LEDs.
Lo ideal obviamente sería poder tener baterías suficientemente potentes como para aguantar cinco o seis días sin recargar, pero esto todavía suena un poco lejano. Mientras tanto, los que hagan un uso muy intensivo del smartphone o viajen mucho pueden ver en estos pequeños gadgets una práctica solución para no quedarse sin batería cuando estamos lejos de un enchufe.
Y ¿cuánto cuestan? Al igual que sus tamaños y formas, los hay de precios variados, pero en general no son caros y por poco más de 10 euros ya podemos encontrar alguno bastante decente, y subiendo si necesitamos más capacidad (o diseño).
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