En una decisión que toma cada vez más gente, muchos hogares españoles ha dejado de tener teléfono fijo porque a día de hoy ha dejado de ser algo necesario. Así, desde que lanzamos nuestra primera tarifa convergente decidimos prescindir del teléfono fijo por varias razones que os contamos a continuación.
Cada vez es menos útil
Básicamente el teléfono fijo se ha convertido en ese monumento prehistórico que hay en las casas. Algunas personas son escépticas a la hora de deshacerse de este elemento porque creen que un teléfono fijo transmite seriedad como, por ejemplo, forma de contacto de una empresa.
Pero realmente, hoy en día, cuando llamamos a un negocio o a un contacto importante la mayoría preferimos que haya un móvil al que contactar porque hay más probabilidades de que nos contesten. Porque el móvil, como su propio nombre indica, se puede transportar a cualquier sitio y no está limitado a un sitio en una mesa o a un rango de alcance de 10 metros como mucho.
¿Quién sigue llamando a un fijo?
No hay nada peor que las llamadas inesperadas. Llegas a casa tras una jornada intensa y no hay nada peor que esos politonos del teléfono fijo sonando para que luego sea la típica llamada comercial para ofrecerte algo que no necesitas.
Sin precios añadidos
Aunque parezca que no, el mantenimiento de una línea de teléfono fijo suele llevar asociado un gasto mensual que, por pequeño que sea, a final de año es un dinerete. ¿Para qué pagar por un servicio que apenas vas a usar, no es práctico y que realmente molesta más que aporta?
Está claro que siempre habrá un perfil de usuario al que el teléfono fijo pueda resultarle de utilidad (aunque seguro que cada vez menos), pero para la gran mayoría de nosotros, el fijo no deja de ser un trasto que no usas pero te cuesta dinero. Incluso más de uno ni siquiera lo tiene enchufado sino que, tal cual se lo dieron al instalarle la fibra, lo guardó en su caja dentro de un armario.